Centigrade (2020) es un thriller de supervivencia dirigido por Haris S. Zambarloukos y basado en hechos reales. Ambientada en el duro y gélido paisaje de Noruega, la película sigue a un matrimonio, Matt (Vincent Piazza) y Kate (Genesis Rodriguez), que quedan atrapados en su coche durante una tormenta de nieve durante un viaje por carretera. A medida que bajan las temperaturas y escasean los suministros de alimentos, la pareja debe tomar decisiones desesperadas para sobrevivir al frío glacial y a las crecientes presiones psicológicas.

La premisa de la película es sencilla pero desgarradora, y se la compara con películas de supervivencia como 127 Hours (2010). Lo que Centigrade hace excepcionalmente bien es su capacidad de crear una atmósfera claustrofóbica dentro de los confines del coche. A medida que pasan los días, la sensación de esperanza de la pareja se desvanece y el público se queda con una palpable sensación de urgencia. La decisión del director de minimizar las distracciones externas, centrándose en la dinámica psicológica entre los personajes, garantiza que la tensión nunca disminuya.
Las actuaciones son estelares, especialmente las de Rodríguez y Piazza, que manejan el material con profundidad emocional. Los instintos maternales de Kate chocan con la mentalidad de supervivencia de Matt, lo que crea un conflicto natural que profundiza la tensión. Su relación, ya tensa por el trauma de estar atrapado, forma el núcleo emocional de la película.
Sin embargo, Centigrade puede resultar repetitiva a veces, ya que la trama gira en gran medida en torno a los intentos de la pareja por sobrevivir en un único entorno aislado. Aunque esto contribuye al tono claustrofóbico, algunos espectadores pueden encontrarla pesada. Sin embargo, para aquellos que aprecian los thrillers de supervivencia basados en el realismo, Centigrade ofrece una imagen inquietante y conmovedora de la resistencia humana frente a los extremos implacables de la naturaleza.
Centigrade es una sólida entrada en el género de supervivencia, que ofrece tanto profundidad emocional como suspenso nervioso. Su atmósfera escalofriante y sus potentes actuaciones crean una experiencia visual eficaz, aunque emocionalmente agotadora.