𝑻𝒓𝒂𝒏𝒔𝒑𝒐𝒓𝒕𝒆𝒓 𝟓 (𝟐𝟎𝟐𝟓)
Clasificación: ★★★★☆
Género: Acción, Suspenso, Crimen
Protagonizada por: Jason Statham, Adria Arjona, Matthias Schoenaerts
“Las reglas han cambiado. Pero el conductor, no.”
Transporter 5 (2025) regresa a la pantalla con Jason Statham retomando su icónico papel de Frank Martin, el estoico e imparable mensajero de élite que entrega cualquier cosa sin hacer preguntas, hasta que el paquete empieza a contraatacar.
Esta vez, Frank se ve envuelto en una red internacional de espionaje y traición al ser contratado para transportar a una misteriosa ingeniera biotecnológica, Lucía Vega (Adria Arjona), desde un sombrío centro de investigación en Suiza a un refugio secreto en Marruecos. Pero las cosas se complican rápidamente cuando una fuerza mercenaria liderada por el despiadado Dax Reiner (Matthias Schoenaerts) los intercepta, desatando un trepidante juego del gato y el ratón por toda Europa.
Statham está en su mejor momento: aguerrido, concentrado y feroz al volante y en el combate cuerpo a cuerpo. Desde una emocionante persecución en coche por las heladas carreteras de los Alpes hasta una alucinante pelea uno contra tres dentro de un avión de carga en movimiento, la acción es fluida, rápida y brutal. Cada golpe parece real. Cada derrape se siente merecido.

La química entre Statham y Arjona rebosa de tensión. No es una damisela, sino un genio con secretos e instintos de supervivencia a la altura, lo que le da a la franquicia una energía refrescante y renovada. Mientras tanto, Schoenaerts aporta una amenaza amenazante y una precisión fría como antagonista que siempre va un paso por delante.
El director Luc Bernard revitaliza la serie con una cinematografía impecable, una narrativa realista y locaciones impresionantes. La banda sonora es eléctrica, combinando sintetizadores vibrantes con matices orquestales, manteniendo la tensión alta de principio a fin.
Veredicto:
Transporter 5 ofrece justo lo que los fans anhelan, y más. Es elegante, con estilo e implacablemente rápida, con Jason Statham demostrando una vez más por qué nadie conduce (ni pelea) como Frank Martin. Si esta es la última aventura, es una forma increíble de pisar el freno.