El Misterio de un Cabriolé (2012)

El Misterio de un Cabriolet (2012): Donde el Viento Susurra Secretos y el Pasado Viaja en el Asiento del Copiloto
Elegante, enigmática y discretamente inquietante, El Misterio de un Cabriolet (2012) se despliega como una postal olvidada en la guantera: hermosa, descolorida y un poco inquietante. Combinando el cine negro europeo con la emoción del cine de autor, esta joya poco conocida ofrece una historia de ritmo lento sobre la memoria, la traición y las historias que nos acompañan.
Ambientada en las soleadas costas del sur de Francia, la película comienza con un descapotable clásico de 1959 encontrado abandonado en una carretera junto a un acantilado: con las llaves puestas y el motor frío. Dentro: un pañuelo rojo, una cámara con película sin revelar y ninguna señal de su dueño.

Entra Julien Marc, interpretado con serena solemnidad por Mathieu Amalric, un periodista recién divorciado que se encarga de investigar el misterioso coche, pensando que podría ser una buena historia de interés humano. Lo que comienza como curiosidad se transforma rápidamente en obsesión, pues cada pista lo lleva a profundizar en la vida de Élise, la esquiva exconductora del coche, una mujer que quizá nunca existió.
Léa Seydoux aparece en flashbacks fragmentados, secuencias de sueños y fotos granuladas como Élise: más mito que recuerdo, pero inquietantemente real. Su presencia persiste en cada fotograma, envuelta en perfume, sombras y preguntas sin respuesta.

La directora Claire Denis crea un thriller melancólico y sensual, impregnado de silencio y sugestión. El propio descapotable se convierte en un símbolo de libertad, peligro y las vidas de las que nos alejamos a toda velocidad, pero de las que nunca escapamos del todo. La cámara se detiene en los detalles: el viento en la hierba alta, la ceniza de cigarrillo en los asientos de cuero, las voces que se oyen a través de las paredes del motel.

La película se resiste a las respuestas fáciles. ¿Fue Élise real? ¿Acaso Julien solo perseguía una historia? ¿Qué sucedió en esa carretera costera y por qué algunos fantasmas visten Chanel?
La banda sonora, compuesta por Alexandre Desplat, oscila entre el jazz y la melancolía, dotando a la película de una elegancia cinematográfica atemporal.

Puntuación: 8,4/10 – Elegante, misteriosa y emocionalmente hipnótica. El Misterio de un Cabriolet no es un rompecabezas por resolver, sino una atmósfera en la que perderse, donde todo camino lleva a un lugar olvidado y algunas historias se mueven por la añoranza, no por la lógica.